Fuenlabrada se convierte en la primera ciudad de España en formar a personas con discapacidad visual en maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y en el uso de desfibriladores semiautomáticos. Una iniciativa pionera fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento, la ONCE y la empresa CARYOSA que busca avanzar hacia una formación inclusiva y accesible en salud y emergencias.
Un proyecto inclusivo y sin precedentes
El alcalde Javier Ayala, junto a representantes de la ONCE y de la empresa CARYOSA, han renovado el convenio de colaboración que permite continuar desarrollando este innovador proyecto. El objetivo es claro: adaptar tanto la metodología formativa como los propios desfibriladores para que puedan ser utilizados correctamente por personas con discapacidad visual.
Hasta la fecha, Fuenlabrada ha instalado 55 desfibriladores de uso público y ha impartido numerosos cursos de RCP a su personal municipal. Sin embargo, la mayoría de estas formaciones no estaban diseñadas para ser accesibles a colectivos con discapacidad visual. Gracias a esta alianza, ya se han comenzado a adaptar los dispositivos y a diseñar materiales didácticos y métodos de enseñanza específicos.
El acuerdo contempla también la incorporación de personal técnico y formadores acreditados para asegurar que la experiencia de aprendizaje sea efectiva y adaptada a las necesidades particulares de los participantes.
Fuenlabrada, referente nacional en formación inclusiva
Este proyecto sitúa a Fuenlabrada como referente nacional en accesibilidad e inclusión en la formación en emergencias, cumpliendo con el compromiso del Ayuntamiento de garantizar el acceso a conocimientos vitales para toda la ciudadanía, sin dejar a nadie atrás.
“Queremos que cualquier persona, con independencia de sus capacidades, pueda actuar ante una emergencia vital”, ha explicado el alcalde Ayala, subrayando el valor de este tipo de iniciativas para salvar vidas.
El convenio renovado entre el Ayuntamiento de Fuenlabrada, la ONCE y CARYOSA marca un hito en la inclusión sanitaria y en la preparación ciudadana ante emergencias. Este avance no solo mejora la autonomía de las personas con discapacidad visual, sino que también refuerza la red de respuesta ante paradas cardiorrespiratorias en la ciudad.
Desde el Consistorio se anima a otras ciudades a seguir el ejemplo y a apostar por una formación inclusiva que beneficie a toda la sociedad. Porque salvar vidas debe estar al alcance de todos.
