El cuerpo de Marcos Olmedo Burón, un psicólogo de 37 años que había desaparecido en Fuenlabrada el pasado 18 de agosto, ha sido encontrado sin vida junto a las vías del tren de Cercanías en Leganés. La trágica noticia pone fin a una angustiosa búsqueda que mantuvo en vilo a su familia, amigos y a la comunidad local durante más de una semana.
Marcos Olmedo, residente en Fuenlabrada, había sido diagnosticado con depresión, un problema de salud mental que, según su entorno cercano, se había agravado en los últimos meses. A pesar de recibir tratamiento psiquiátrico, su situación empeoró notablemente tras la reducción de su medicación en mayo, lo que causó una profunda preocupación entre sus familiares y amigos.
En los días previos a su desaparición, el comportamiento de Marcos se volvió errático e inusual, lo que despertó alarmas entre quienes le rodeaban. Según testimonios, Olmedo expresó su deseo de «viajar a algún sitio», aunque no especificó un destino concreto. El día de su desaparición, fue visto comprando ansiolíticos en una farmacia y más tarde acudió a una iglesia para confesarse, donde se mostró visiblemente angustiado.
La familia de Marcos alertó a la Policía Nacional tras descubrir que su coche había quedado aparcado en la estación de Cercanías de La Serna, en Fuenlabrada. A partir de ese momento, se inició una intensa campaña en redes sociales y medios locales para tratar de localizarle. La asociación SOS Desaparecidos también se involucró en la búsqueda, junto con numerosos amigos y compañeros de profesión de Marcos.
Sin embargo, las investigaciones no avanzaron con la rapidez que la familia esperaba. A pesar de los antecedentes de Marcos, la desaparición fue tratada con cautela por las autoridades, lo que generó frustración en sus allegados. La familia solicitó que se revisaran las cámaras de seguridad de la estación de Cercanías y se geolocalizara el teléfono móvil de Marcos, pero el Juzgado número 5 de Fuenlabrada, que llevaba el caso, no consideró pertinente autorizar estas medidas, según informaron fuentes cercanas a la investigación.
Finalmente, el cuerpo de Marcos Olmedo fue encontrado junto a las vías del tren de Cercanías en Leganés. Aunque las circunstancias exactas de su muerte aún no han sido esclarecidas, la noticia ha dejado consternada a la comunidad de Fuenlabrada y a todos aquellos que siguieron de cerca su caso.
La familia de Marcos ha expresado su agradecimiento a todas las personas que participaron en la búsqueda y han solicitado respeto en estos momentos de duelo. A su vez, han manifestado su dolor por la falta de celeridad en las acciones judiciales que, según ellos, podrían haber cambiado el desenlace.
Este trágico suceso pone de relieve la importancia de la atención integral a la salud mental y la necesidad de un sistema de respuesta rápida en casos de desapariciones de alto riesgo. La muerte de Marcos Olmedo es un recordatorio doloroso de las consecuencias que pueden derivarse de un tratamiento inadecuado de problemas como la depresión y la ansiedad, así como de la urgencia de mejorar los protocolos de actuación en estos casos.
La comunidad de Fuenlabrada, junto con la familia y amigos de Marcos, lamentan profundamente su pérdida, al tiempo que piden que su historia sirva para evitar futuros casos similares.