Fuenlabrada destina un millón de euros para garantizar la alimentación de mil escolares durante las vacaciones

Fuenlabrada destina un millón de euros para garantizar la alimentación de mil escolares durante las vacaciones

El Ayuntamiento refuerza el escudo social con ayudas para asegurar la nutrición infantil en verano

Con el cierre de los colegios durante las vacaciones estivales, muchas familias se enfrentan a dificultades para garantizar una alimentación adecuada a sus hijos. Por ello, el Ayuntamiento de Fuenlabrada ha destinado un millón de euros para cubrir las necesidades alimentarias de alrededor de un millar de escolares durante los meses de verano, una medida que se enmarca dentro del Fondo Municipal de Protección a la Infancia.

Una ayuda clave desde 2013 para las familias más vulnerables

Este programa, que se desarrolla desde 2013, busca evitar la desprotección de los menores cuando no tienen acceso al comedor escolar. En total, se beneficiarán cerca de 500 familias en situación de vulnerabilidad sobrevenida, es decir, aquellas que han sufrido una reducción importante de sus ingresos por causas ajenas a su voluntad.

El concejal de Bienestar Social, Raúl Hernández, ha destacado la importancia de esta medida:

“Se trata de un programa que el Ayuntamiento mantiene desde hace más de una década para garantizar el bienestar de los niños y niñas de Fuenlabrada durante el verano, un periodo especialmente sensible”.

Cómo se gestiona la ayuda y a quién va dirigida

Las ayudas económicas están orientadas a que los menores tengan cubiertas sus necesidades nutricionales en el hogar, en las Fuenlicolonias municipales o en campamentos de verano. Este modelo flexible permite a las familias adaptar la ayuda a su realidad cotidiana.

La iniciativa forma parte de un conjunto más amplio de políticas de apoyo social que el Ayuntamiento lleva a cabo dentro de su escudo social municipal, priorizando siempre la atención a los colectivos más vulnerables.

Fuenlabrada refuerza así su compromiso con la infancia y la igualdad de oportunidades, invirtiendo recursos públicos en garantizar derechos básicos como el de una alimentación adecuada. Este esfuerzo institucional representa un paso fundamental para combatir la desigualdad y proteger a los menores durante el verano.